Cuando un grito doliente nace
desde el vientre de alguna caja
y la copla se vuelve ausencia:
¡cómo me acuerdo de Salta!
Si la tarde es color lapacho
y en el aire hay olor a zamba
y la copla es una paloma:
¡cómo me acuerdo de Salta!
Y si lejos estoy, yo siento
que estás metida en mi alma
y es un grito mi corazón,
cuando te canto esta zamba.
Y es un grito mi corazón,
cuando me acuerdo de Salta.
Cuando el duende verde se mete
por las bocas de las guitarras
y la copla se hace acullico:
¡cómo me acuerdo de Salta!
Y si el vino anda amanecido,
por las trenzas de una baguala
y la copla se queda sola:
¡cómo me acuerdo de Salta!