Cogollitos amarillos
sobre un verde
de pichana prepárate
corazón que vamos
llegando a Tama.
Desvelado anda en la noche
por ese pago llanero
aquel amor corajudo
de la Victoria Romero.
Como guardia silencioso
de montonera riojana
forman filas en la plaza
los tamarindos de Tama.
Cuando vaya por los llanos
hacete amigo del viento
que te cuente las historias
que se fue llevando el tiempo.
A la niña de la brea enamorada
del tala quiero dejarle
esta zamba para Rosario de Tama.